El ser humano es ante todo un animal social que ha podido subsistir a lo largo de su historia gracias a su capacidad para la cooperación y la ayuda mutua. Pero el neoliberalismo actualmente dominante está reduciendo peligrosamente esa capacidad. Si queremos salir del atolladero en que nos encontramos, el sujeto neoliberal debe ser sustituido por un sujeto libertario que sea capaz de incrementar las cotas de cooperación, de ayuda mutua y de solidaridad que siempre caracterizaron a la especie humana. Y en tal empresa la escuela debe ser protagonista, implementando en sus aulas el aprendizaje cooperativo.

Ya existen en España muchos y buenos libros sobre este tema, casi todos muy técnicos. Este libro constituye un buen complemento a los ya existentes, pues se centra en dos aspectos fundamentales del aprendizaje cooperativo apenas tratados: las bases teóricas (psicosociales, antropológicas y biológicas, incluyendo ya, por primera vez en un libro sobre esta materia, la plasticidad cerebral o las neuronas espejo, y su vertiente crítica, en especial su eficacia para mejorar las relaciones entre estudiantes, para reducir la violencia y el acoso en la escuela y para construir una sociedad más cooperativa, más democrática y más solidaria.